EL SILENCIO COMO EXPERIENCIA HUMANA
Después de tantas palabras gastadas, que han perdido su fuente y su energía, emerge el silencio. Todavía no ha sido maltratada su voz. Todavía resuena en nosotros. Una necesidad que hoy sentimos. Una carencia que evoca una abundancia de la que no nos hemos separado todavía. Esperemos que la mercadotecnia no lo detecte. Antes de que esto suceda, aquí estamos nosotros, criaturas que anhelamos silencio.
SOBRE LA RESPONSABILIDAD
Sin responsabilidad resulta imposible tomar las riendas de nuestra vida y, de hecho, constituye la falta de ella uno de los mayores obstáculos para llegar a dueños y señores de lo que pensamos, hacemos y decimos. Obviamente, muchos de nuestros pensamientos, acciones y palabras se escapan a nuestro control porque se dan de forma mecánica e inconsciente. Pero, aunque en muchas ocasiones se nos «cuelan» algunos juicios, palabras y acciones que no hemos decidido por nosotros mismos, esto no significa que no seamos libres, ya que podemos hacernos conscientes, en mayor o menor medida, de lo que nos determina y adoptar una actitud hacia ello.